martes, 20 de octubre de 2009

Eva Ortega



FRANCESCO LO SAVIO:
LA CONSTRUCCIÓN DEL ESPACIO LUZ



Diseño por proceso luminoso de filtro monocromático blanco; Depotenciación cromática y dinámica de absorción; Articulación de superficie parasférica estrofesa y expansiva. Pero, ¿qué significa todo esto? Si no estuviéramos en una sala de museo, pensaría que nos hemos colado en una feria de astrofísicos. Creo que está claro, a simple vista a las personas como yo se nos escapa algo que requiere de estudio: la geometría universal. Muchos artistas han querido conseguir la inmortalidad, pero sólo los geómetras con sus reglas universales la han conseguido.

En tan sólo cinco años Lo Savio tiene tiempo para experimentar con el color, el espacio, la luz y la geometría. En sus primeras acuarelas el artista deja su huella con manchas al azar, rapidez, transparencia, gotas de pintura derramadas, arrugas en el papel y pocos colores pero intensos, como el naranja y el rojo que después estarán ausentes. Pero poco después, siempre dentro de la abstracción, cambia del expresionismo de sus acuarelas al más puro minimalismo de sus esculturas y dibujos. Tal vez él fue uno de los primeros en respirar el agotamiento del Informalismo.

La obsesión por el cuadrado y el círculo está presente en su serie Spazio-Luce. En el caso de Filtro: depotenziamiento cromatico e dinamica d’assorbimento se han reunido hasta 15 dibujos de diferentes colecciones, con arrugas en el papel transparente y una reducción evidente de la calidez de los colores: gris, negro, blanco, verde y marrón. El círculo en estos dibujos sugiere el infinito, pero ¿hay una teoría detrás? Lo que ves es lo que (v)es decía Frank Stella.

Los relieves de Lo Savio parecen libros negros desplegados o expansivos, con interesantes sombras grises proyectadas en la pared. Son cajas metálicas relativamente simples que sugieren repetición y serie, con superficies pintadas en las que no hallamos la pincelada. Son también objetos inútiles fabricados industrialmente, sin simbolismos, neutros y objetivos, hechos por un artista que es en realidad máquina, y que expresa ideas universales más que opiniones personales. Lo Savio comparte todos estos rasgos con el Minimalismo, tal vez incluso sea un pionero del mismo, a pesar de que F. Stella lo proclamase un arte auténticamente norteamericano, opuesto a la tradición pictórica europea.

En los croquis de Lo Savio se percibe una lucha de energías entre el espacio y la luz, y entre lo dinámico y lo estable. Sus croquis son un diseño técnico y útil para construir un objeto específico en serie, como si se tratase de los planos de un edificio. Sus bocetos son dibujos de arquitecto donde se dan instrucciones sobre el color, la estructura, la uniformidad, la opacidad, la luz ambiental, el dinamismo del objeto y el material. Comparándolos con otros diseños de artistas minimalistas como D. Judd y D. Flavin, vemos que el croquis contiene toda la esencia del objeto, ya que recoge la idea de la obra. Pero al mismo tiempo estos dibujos son neutros, no notamos el estado físico o psíquico del artista, no se refleja la personalidad, es lo más parecido a un arte universal o de geómetras.

Los bocetos de Lo Savio son detallados y ordenados como si se supiera que iban a ser entendidos por los demás. Algunos están hechos a tinta sobre folios de plástico, otros sobre hojas de cuaderno ahora arrancadas para ser expuestas.

Me parece muy interesante la incursión de Lo Savio en la arquitectura. ¿Y qué relación tiene con la arquitectura? Pues a parte de que el croquis es la base para cualquier construcción, los Studi per unità di habitazione son un recuerdo de la teoría del Modulor de Le Corbusier. El Modulor es una serie de dimensiones armónicas a la escala humana, aplicable universalmente a la arquitectura y a la mecánica. En 1947 se patenta y se utiliza por primera vez en la Unidad de Habitación de Marsella, ciudad donde Lo Savio puso fin a su vida.

Le Corbusier definió la arquitectura como el juego sabio, correcto y magnífico de volúmenes bajo la luz. Las maquetas de Lo Savio sobre la Casa al Sol (Maison au Soleil I y II) siguen teniendo presente la geometría, pero son sencillamente gajos de naranja por los que se cuela la luz. Espacio y luz otra vez.

En la última sala del recorrido nos encontramos con cuatro cajas de cemento que contienen láminas de metal colocadas en diferentes posiciones. Es la Articulación total o el último paso de la pared plana al espacio abierto de la sala. El boceto de la obra muestra el debate personal en el que Lo Savio estaba imbuido: dinámico/antimateria/sonido, es diferente a estático aparente/materia/color. Algo curioso es que en este dibujo se incluye la figura del hombre en la obra, ocupando el mismo espacio del papel, como si de lo universal se volviese a la escala humana.

El visitante de esta exposición compartirá espacio y luz con las obras de Lo Savio, y observará homogeneidad en cuanto a materiales, colores y formas. Sólo cabría preguntarse cómo conseguir en las salas de un museo el espacio-luz que ansiaba Lo Savio.

Eva Ortega.

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