martes, 10 de noviembre de 2009

Virginia Moya


La madrileña galería Oliva Arauna expone desde el pasado 5 de noviembre una exposición individual de Ruth Gómez (Valladolid, 1976), inspirada en el cortometraje “Las ilusiones fantásticas” de Mèliés.

Música ambiente y dos flamencos rosa chicle en la pared nos dan la bienvenida a la galería. Junto a ellos dos tondos titulados “Cariño” representando paisajes de ensueño teñidos de colores pastel que se diluyen en el marco rosa pastel. La persona de la recepción nos ofrece un boleto para una extraña rifa. El premio es un viaje desde Madrid a “Cariño”, si ganamos entramos en el cuadro, sino nos quedamos tal cual, en la galería.

Tras este primer impacto de dulzura extrema rayando en lo pegajoso entramos en una sala con más flamencos ambientando la sala y con una misteriosa urna. Dentro de la urna tenemos La máquina de las maravillas, montañita con botón modo de vulva que puedes utilizar siguiendo el manual de instrucciones que nos recomiendan presionar el botón uno o varias veces si quieres desaparecer, detener el tiempo, etc.

Más ilusiones fantásticas nos esperan en la siguiente sala con videos de animación e imágenes de flores digitales. En uno de los videos, una joven tatuada vestida a la moda y un casco motero en la cabeza hace girar un hula-hop. El casco nos impide reconocer a la protagonista, tal como ocurre en un mal sueño, cuando no podemos identificar con seguridad las personas que aparecen en ellos. La mujer gira el hula-hop de forma rítmica y nunca se le cae. Mientras su sombra, como la de Peter Pan, lleva otro ritmo y no sigue sus movimientos. A la motera le ha salido una sombra más torpe a la que se le cae el aro continuamente, mostrando su descontento.

Por fin podemos identificar la suave y misteriosa música que escuchábamos desde la entrada. Pertenece al video Caleidoscopio, que como su nombre indica representa la visión de un caleidoscopio dentro del cual una pareja heterosexual se besa apasionadamente, todo aderezado con purpurina y sombras rosas.

Así pues, “Las ilusiones fantásticas” de Ruth Gómez gracias a las cuales, y según su la nota de prensa, evitan que quede perdida en esta época de crisis global y pueda sobrevivir a la cotidianeidad, están compuestas por paisajes de acantilados teñidos de rosa palo y azul, flamencos en la galería, un botón para parar el tiempo, flores rosas sobre fondo negro, y un beso apasionado con purpurina malva y rosa.

En la fachada de la galería, se proyecta a la calle otro video animación en la que la artista mira al público, le guiña un ojo, le sonríe o pone la mano en la oreja a modo de escucha. Entendemos que la actuación de Ruth Gómez un estrategia de publicidad hacia la calle a modo de invitación, o más bien, incitación a entrar en la galería y opinar sobre la misma.

Ruth Gómez ha trabajado en publicidad y televisión y, además de licenciarse en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca se ha formado en el seno del Musac al recibir una de las primeras becas a la creación en el 2003.

Virginia Moya.

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