sábado, 11 de diciembre de 2010

Atlas ¿Cómo llevar el mundo a cuestas? El globo que no tiene que pesar mucho.



Marcin Franciszek Rynkowski


La tela negra como el fondo del mapa fugaz donde la línea ecuatorial y el meridiano nunca llegan a cruzarse. Los continentes que lo derivan como: las postales enviadas de los tiempos enterrados, las monedas de ayer, las imágenes abortadas de los úteros de los periódicos de hoy, las obras de arte "escritas" en mayúsculas, subrayan los contornos de sus territorios a base de las diferencias que las construyen. Así es, el atlas Mnemosyne (memoria) del historiador del arte alemán Aby Warburg que le dedicó los últimos 4 años de su vida (1925-1929), donde el rechazo de la búsqueda del único significado de la imagen y ha sido sustituído por su inagotable interpretación.


La más crítica, radical y utópica propuesta de Warburg contra la iconología tradicional, pero también contra todos los modos de pensar en la imagen, en los que la visualidad (como un modo de lectura) va en la correa del lenguaje, ha sido reinterpretada y restructuralizada por Georges Didi Huberman en su libro: La imagen superviviente. La exposición comisariada por él Atlas.¿Cómo llevar el mundo a cuestas? a la que nos invita el Museo Reina Sofía (26 de noviembre de 2010 hasta 28 de marzo de 2011) pretende "visualizar" el marco de pensamiento de Aby Warburg.


Aunque la muestra no tiene el carácter monográfico, la reflexión warburgiana hace un papel de élan vital de las obras recogidas por el comisario. Según Warburg, la imagen no era sólo un documento del pasado, sino el puente hacia el presente, así que su término Nachlebt (la sobrevivencia del pasado) se materializa en las obras de la muestra que bajo la idea del comisario ha conseguido el rostro de un archivo infinito, y la razón de su existencia es desmochar las relaciones entre las numerosas partes de su cuerpo y crear nuevas, otras, propias.


El espectador tiene que "enfrentarse" a un largo recorrido de salas del museo donde la reflexión warburgiana se inscribe en el estético orden de los artes, en el cual, según Jacques Ranciere, gobierna la igualdad de todos los temas. Por eso, el comisario clava en las "láminas" del museo las obras de diferentes "pesos" conceptuales, que actúan como los semáforos que nos acercan a la meta llamada por Didi Huberman "conocimiento mediante el montaje".


El impactante y a la vez sencillo ABC de la guerra de Brecht comparte la "tela negra" con el llamativo vídeo de Baldessarí Teaching a Plant the Alphabet . La provocativa propuesta de Man Ray La photographie n´est pas l´art dialoga con igualmente sárdonica en su superficie obra de Moroya Davey y el templo de las sombras de Robert Rauschenberg. El mundo triturado por Robert Fillon, dirige su mirada a La Setmana trágica de Pedro C. Pomero, que nos manda íntimas postales desde la médula del infierno. El mundo celestial de Fischli u Weiss, comparte su "territorio personal" con la belleza de Basura de Ewans y las fachadas de edificios tatuados por la poesía graffiti de Sol le Witt On the Walls of the Wowed. El Recorrido diario de Francesc Abad construído a base de los objetos que se convierten en la memoria exterior "empadronada" en nuestros bolsillos, está al lado de una herida abierta de Wladyslaw Strzeminski que alimenta nuestros ojos con los trozos del horror de holocausto.


Es la exposición para todo el público? se supone que no. Teniendo en mente la dura estadística que confirma que el espectador dedica sólo 3 segundos de su vida para contemplar una obra y viendo el vídeo de Baldessarí que enseña el alfabeto a una planta... pensé: "imposible!". Pero viéndola de nuevo, y notando como lo visto se borra de mi memoria y hace un hueco para lo nuevo, me di cuenta que en el caso de Atlas ¿Cómo llevar el mundo a cuestas? más que nunca, nos pertenece el derecho a perderse en el laberinto de la muestra, porque no las obras, sino los diálogos entre ellas, son las que toman realmente el protagonismo y el espectador tiene toda la libertad de editar (conscientemente o no), su propio atlas de éstas conversaciones.


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